cowboy 2. 4 de octubre de 2002

Después de varios intentos infructuosos de ponerme en contacto con Carlos a través del móvil o llamando al Xares, consigo localizarlo. Ha regresado ayer por la noche de Almería. Viene exultante por el trabajo en Cowboy de mediodía –“cómico pero también con su cosa sentimental”, me cuenta- como a él le gusta. Y comienza a desgranar la serie de proezas que ha realizado: conducir un coche, montar a caballo, disparar una pistola…

cowboy de mediodía

En Katiuska, la zarzuela de Pablo Sorozábal, hacía girar el revólver alrededor del dedo índice y luego lo enfundaba; aquí lo ha repetido y ha quedado muy bien. Del Texas-Hollywood cercano han prometido enviarle la fotografía del episodio del Oeste que rodó allí con Summers y en la que aparece vestido de enterrador.

Le hago volver a la tierra mencionando nuestro viaje a Valladolid. Asiente con cierta resignación y más cuando le digo que iremos en el expreso que sale a las ocho y media. ¿De la mañana?, pregunta incrédulo. Deslizo en la conversación sin ninguna sutileza una alusión al cordero asado, que la otra vez fue la palanca que nos ayudó a mover el mundo.

Luego, hablo con su hermana Carmen y le confirmo nuestra visita. Se deja, sin más.

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