Sin noticias de Pepón. Hemos coincidido varias veces –concierto de Víctor con sus nuevos Coyotes en el Juglar de Lavapiés y algunas rondas en la breve estancia de Flavio [M. Labiano] en Madrid durante la Semana Santa-, pero no hemos hablado del asunto. Me parece que la película de los mexicanos ha vuelto al limbo.
El 23 de abril (Día del Libro) programo una cita con Carlos en El Xares para cotejar algunos de los datos obtenidos en la Hemeroteca. Le llevo la fotocopia de la crítica de “Las dos princesas” en el Adelanto de Salamanca donde se menciona a su padre. Aprovecho para preguntarle por los demás aludidos. Con algunos se extiende más, a otros apenas los recuerda.
Por el hilo se saca el ovillo. Siguiendo el rastro de los nombres propios se aclaran algunas fechas que hasta ahora seguían envueltas en la niebla. Nada espectacular, pero fructífero. Entre los nuevos personajes, Carlitos, el hijo de Feliciano Muela y Maruja Gimeno que cantaba “Doce cascabeles” en los finales de fiesta. En uno de los viajes “artísticos” de Carlos con Miguel de la Riva, recalan en Zaragoza. Entran en El Oasis –con casi un siglo de historias a cuestas- y en el escenario, con veinte años más, está Carlos Muela Gimeno que ahora es cantante melódico. Fruto del encuentro es una comida con Braguillas y Maruja Gimeno.
De postre, un resumen de mi intento, por ahora infructuoso, de que AISGE se hiciera cargo de la edición del libro y el ahora mismo dudoso futuro de la película.
Dejo reposar el asunto.
Una semana después –hoy- quedo con Pepón en Los Pinchos. Le cuento el hallazgo más sonado de la conversación en el Xares: el cantante del Oasis. Me caliento yo solo y cuando llego a casa busco el número de teléfono de Carlos Muela Jimeno en la guía de Zaragoza. Sin resultados. Pruebo con Gimeno. Uno. Llamo. Me contesta él mismo.
Le cuento por encima el asunto. Le pregunto si guarda material gráfico de su familia y me dice que no sólo eso sino que su madre aún vive.
-Y de Braguillas… ¿No os ha hablado Carlos de Braguillas? –pregunta.
-Claro.
-Pues Braguillas también vive.