Muy breve intervención, la de Carlos, en este episodio de la serie «La huella del crimen», producida por Pedro Costa para Televisión Española en 1984.
El crimen de la calle Fuencarral se basa en un hecho de la crónica negra madrileña del que ya se había valido Edgar Neville para crear la trama de El crimen de la calle de Bordadores (1946). Higinia Balaguer fue juzgada y condenada a morir en el garrote por el robo y asesinato de su señora, una viuda cuyo hijo estaba en la cárcel. Como existían serias dudas sobre la fiabilidad de esta coartada -el director de la prisión fue primero arrestado y luego apartado del cargo- el caso constituyó uno de los primeros escándalos aireados por la prensa en España.

Carlos interviene, con una barba ciertamente excepcional en su filmografía, durante los compases iniciales, resueltos en clave coral como corresponde al aire de sainete que tiene este fragmento. En la misma escena intervienen el bohemio y guionista Perico Beltrán (sereno), Luis Ciges (portero) y Fernando Sancho (coronel retirado).
