Ya está lista la versión completa del guión. He trabajado toda esta semana en él, a remolque de la convicción que me trasmite Trujillo de que la película puede salir adelante.
Prescindo de las escenas de Manolo el boxeador, salvo en lo que se refiere a la reunión familiar porque me sigue pareciendo la excusa perfecta para reunir de nuevo a Carlos con Federico y con El bandolero del Cante, que a estas alturas del proyecto alcanza una estatura mítica, casi a la altura de Miguel de la Riva.
Introduzco en cambio algunas escenas breves, como la de su visita al Teatro Eslava el día que su carrera pudo ser y no fue. Hay otras que podrían ir en el mismo sentido pero las descarto. Por ejemplo, la conversación con su padre cuando le llama Marcos Redondo. Mitad de encaje de bolillos con la estructura, mitad creación con todos los episodios de ficción nuevos.
Definitivamente estoy solo. Pepón está lanzado con su comedia. Luis se ha marchado a Pasarón de la Vera todo el puente y está bastante liado con publicidades varias. El otro día aprovechamos la inauguración del nuevo piso de Flavio en Las Vistillas para charlar un rato y me dio algunas ideas… de lo que sobra.