De todas las películas «del búnker» en las que intervino Carlos -y fueron un buen puñado entre sus colaboraciones con Rafael Gil y Mariano Ozores-, Un cero a la izquierda (1980) es la más descaradamente política.
Gabriel Iglesias dirige la adaptación de un «juguete cómico» de Eloy Herrera -que también protagoniza la comedia y la película- en la que se vitupera sin rubor a políticos de izquierda, centro y derecha a la europea. Chascarrillos a mansalva hilvanados en la historia de un hombre que regresa a su casa después de haber sido encarcelado por agredir a un diputado «marxista» con el asta de la bandera nacional para encontrarse con que su hija ha abandonado el convento y ha tenido un hijo con un cura, en tanto que su santa esposa se ha convertido en la presidenta de un partido «cristiano-marxista». El tejerazo está a la vuelta de la esquina.
Para una breve escena Iglesias mete en una cama a Carlos, mientras María Isbert, que interpreta a la dueña del burdel, habla por teléfono. Cuando cuelga, Carlos tiene que meterle prisa: ”Ven que te coja, coja”.
Un cero a la izquierda está coprotagonizada por Tony Soler, Miguel Ayones y Blanca Estrada. Se estrenó el 13 de junio de 1980 en el Real Cinema de la madrileña plaza de Isabel II y a la sesión de la noche acudieron el director y los protagonistas. Carlos no recuerda haber sido invitado. Eso, sí, aparece acreditado en un cartón de los títulos de cabecera sobre una pintada que reza: «Fraga, el pueblo no te traga».