corazón de bombón

Reseñé en su día  la intervención de Carlos en Corazón de bombón (Álvaro Sáenz de Heredia, 2001) como una especie de coda a otros papelitos en películas del mismo director. La posibilidad de poner ahora un par de capturas me anima a retomar el comentario y apurarlo un poco más.

Luis (Javi Martín) parece por fin dispuesto a confesarle a Virginia (Valeria Marini) que no es una mujer, sino un hombre, y que está emanoradísimo de ella. Hasta ahora lo había ido dejando porque ella lo conoció travestido y un equívoco ha conducido a otro y así. Pero en esta noche en que él está a punto de entregarle su corazón en forma de caja de bombones, ella ha vuelto con Sergio (José Conde). Y el pobre Luis espera en un banco de la calle a que la pareja termine el revolcón.

Es entonces cuando aparece Carlos, reclamando el banco, que para eso es su dormitorio habitual. No obstante, como no tiene sueño, accede a comerse un bombón, aunque luego acabe con la caja. Una alusión a su deteiroradísima dentadura a costa de los dulces, no merece un plano de detalle. Luis sigue enfrascado en su amargura y Carlos se dispone a acostarse, no sin antes dar gracias por la dulcísima cena.

Su papel -un genérico «mendigo»- aparece en el antepenúltimo puesto del rodillo, por detrás incluso de unos cameos acreditados por cuenta de Luis G. Berlanga y Fernando Sánchez Dragó.