
Película realizada con el solo objeto de halagar al Régimen y sus logros, Días de feria (1959) queda como una especie de salpicón de actuaciones de coros y danzas, ¡vivas! a todas las regiones de España y su sacrosanta unidad, concursos de ordeño y comedia de parejas no tan desarrollista.

Bueno, pues en mitad de ese fregado anduvo Carlos haciendo de «extra». En otras ocasiones hemos conseguido dar con él. Aquí, ha sido imposible. Tal vez estuviera en las filas altas echando el ojo a quién le pudiera prestar ese día para comerse un bocadillete y beberse una caña.