estrellas de reparto: antonio riquelme, actor extraplano

Inicio aquí la publicación de una selección de textos que sirvieron de base hace algunos años a la elaboración de una serie de piezas sobre actores de reparto emitidas por la cadena de cine español Canal+. Algunos fueron escritos por encargo, pero la mayoría nacieron de mis gustos particulares. La serie incluye a un grupo selecto de insignes colegas de Carlos, desde el eximio Antonio Riquelme, actor extraplano, a un somero repaso de la saga Gutiérrez-Caba-Aba. El primero no podía ser otro que don Antonio Riquelme, actor extraplano.

Antonio Riquelme es el actor extraplano. En su escualidez, Riquelme es todo esencia. Esencia de actor cómico. Esto es: voz, gesto, actitud y gracia. La gracia divina.

Heredó la figura y el salero de su padre, el cómico Pepe Riquelme, que a su vez había recibido el testigo del abuelo Antonio, y así hasta el siglo dieciséis, cuando ya andaba un tal Alonso Riquelme escribiendo comedias.

Ocupaba tan poco su figurilla de alambres que tuvo que pasearse veinte años por los escenarios y hacer después de la guerra más de doscientas películas para que nos diéramos cuenta de que existía.

La silueta de Riquelme adquiere su verdadera proporción en la pantalla bidimensional. Por eso se mueve como pez en el agua cuando sus películas se pasan en esta pecera que es la televisión.

Por una sola cosa alcanza Riquelme la tercera dimensión. ¡Su apéndice! Quevedo intuyó a Riquelme, si no nunca hubiera escrito que una nariz pudiera ser superlativa.

Juan Espantaleón, Manuel Requena o Juan Calvo son los actores de las tres dimensiones. Riquelme nunca se asomó a las producciones en 3-D, con las que en España sólo se ha atrevido Ana García Obregón, personalidad multidimensional.

Cuando un actor se apaga deja hueco a otro bajo los focos. Pero cuando Riquelme murió en 1968 nadie cupo en tan poco sitio.

¡Qué gran Quijote hubiera hecho Riquelme!

Deja un comentario