la hoz y el martínez

La hoz y el Martínez (1985) es el primer intento del caricato Andrés Pajares de escapar del «pajerestesismo» que le ha proporcionado popularidad. Mariano Ozores ha apurado el filón hasta las heces y el productor José Frade busca una nueva vía de explotación de la estrella en unos momentos en que ya no cabe el «que vienen los socialistas».

la hoz y el martínez
la hoz y el martínez

La «operación Pajares» culminará en ¡Ay, Carmela! (1990), con un guión basado en la tragicomedia de Sanchís Sinisterra, un director del prestigio de Carlos Saura y el premio de interpretación en el Festival de Montreal y el Goya al mejor actor de ese año. Es el momento en el que Pajares piensa que puede convertirse en el Sordi español; no en vano argumentalmente ¡Ay, Carmela! presenta grandes similitudes con Polvere di stelle (Esa rubia es mía, Alberto Sordi, 1973) . Para ello se ha puesto a las órdenes de Berlanga en Moros y cristianos (1987) y protagoniza Bwana (1995), de Imanol Uribe.

La hoz y el Martínez es parte de una maniobra para desbordar la Ley Miró por el lado industrial. Frade y Pajares cuentan para ello con Álvaro Saénz de Heredia, que ha dirigido una comedia de acción titulada Freeddy, el croupier. Hay abundantes escenas de persecuciones, tiros y accidentes a cargo del especialista Alain Petit y una deriva sentimental que pretende dotar de una mínima psicología al doble personaje interpretado por Pajares y a la militar de la «Glasnot», Silvia Tortosa.

carlos en la hoz y el martínez
carlos en la hoz y el martínez

Carlos interpreta a un anónimo cliente de una fonda sita en la Cava Baja en la que se alquilan habitaciones por horas para servicios sexuales de urgencia. Aquí traerá el fontanero Martínez (Pajares) a la bella traductora soviética (Silvia Tortosa) que pretende que se haga pasar por el diplomático Mendelejev, de visita en Madrid para una conferencia bilateral con Estados Unidos sobre desarme nuclear.

El papel es poco más que una figuración en una nota esperpéntica que juega al contrapunto entre el mundo en el que se mueve el fontanero Martínez y los intentos de liquidar a su sosias por parte de la KGB y la CIA. Precisamente uno de los profesionales del gatillo es encarnado por Charly Bravo, compañero de correrías de Carlos en estos años. Exlegionario, caballista, músico ambulante… Charly Bravo tiene también un papel pequeño, pero es más que probable que Carlos le acompañara al rodaje y Álvaro Sáenz de Heredia le ofreciera esta figuración con frase, que, en cualquier caso, no fue acreditada.

charly bravo
charly bravo

No obstante, el director debió quedar satisfecho con sus prestaciones porque volverá a contar con Carlos en las dos cintas que rueda con el dúo humorístico «Martes y Trece».

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