
Lo que recordaba Carlos era, más o menos, esto:
«Hice también La vida sigue igual (Eugenio Martín, 1971). Hace ya muchos años, al principio… Y ahí estaba Andrés Vich de ayudante de dirección también. El papelito que me dieron a mí lo iba a haber hecho Rafael Hernández, que hacía en «Crónicas de un pueblo» de chófer, me parece. Me dijo que no le interesaba hacerlo y que fuera yo si quería. Y era que Pajares me vendía un coche. Y me decía que cómo está de reprís, que esto, que lo otro. Dice: “Mire, mire usted que manillar”. No hace más que hacer así y se le rompe. Todo así… Y yo le preguntaba cosas. Al final, no arrancaba. “Pero bueno, si es que este coche no me arranca”, le digo yo a él. Y me dice él: “No le arrancará porque no tiene gasolina”. Un papel así… Y fue una de las primeras cosas que hice en cine. Y allí estaba Andrés Vich.»
Sin embargo, este segmento, una escena cómica en la que el caricato le vendía presumiblemente el coche de Julio (Julio Iglesias) después del accidente, no aparece en el montaje final de la película.