Incorporamos una nueva entrada en la filmografía de Carlos gracias, una vez más, al celo de Niko. Él ha sabido ver lo que a uno se le pasó por alto: una escena en la que Carlos aparce como cliente del prostíbulo de doña Sole (Isabel Garcés).
En el burdel de una pequeña ciudad de provincias toca la lotería de Navidad. Todos los hombres llevan alguna participación. Doña Sole pretende reconvertir el negocio en un hotel decente y, fallecida del berrinche doña Íñiga (Milagros Leal), las beatas asedian a la propietaria de la casa de mala nota para que invierta el dinero en el pueblo.
La ambientación y el vestuario traicionan el momento de la realización (1973), aunque los diálogos remiten a final de los años cuarenta o muy principios de los cincuenta, cuando aún había tolerancia con la prostitución estable y estaban a la orden del día las cartillas de racionamiento.
Carlos aparece en una de las últimas escenas, cuando doña Sole y sus chicas se dan cuenta de que nunca serán aceptadas en la ciudad. Como estamos a finales de mes, Carlos ofrece el reloj para pagar el servicio. Está doblado y su intervención no consta acreditada.